lunes, 5 de abril de 2010

PRESENTACIÓN EN EL CONGRESO DE LA INICIATIVA SOBRE LA CAPITALIDAD EUROPEA DE LA ACCESIBILIDAD UNIVERSAL


DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
POR LA QUE SE INSTA AL GOBIERNO
A IMPULSAR, DURANTE EL PERIODO DE
LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA DE LA UNIÓN
EUROPEA, LA CREACIÓN DE LA CAPITALIDAD
EUROPEA DE LA ACCESIBILIDAD UNIVERSAL.
(Número de expediente 162/000529.)
La señora VICEPRESIDENTA (Cunillera i Mestres):
Pasamos a la proposición no de ley del Grupo Parlamentario
Socialista por la que se insta al Gobierno a impulsar
durante el periodo de la Presidencia española de la Unión
Europea la creación de la capitalidad europea de la accesibilidad
universal. Para defender esta proposición de ley
en nombre de su grupo tiene la palabra el señor Muñoz
Gómez.
El señor MUÑOZ GÓMEZ: Señora presidenta,
señorías, subo a esta tribuna en nombre del Grupo Socialista
para presentar esta proposición no de ley que tiene
como vocación situar las políticas de accesibilidad universal
en la agenda de las decisiones que deberá tomar
la reunión informal de ministros de discapacidad de la
Unión Europea bajo Presidencia española. En la línea
de acción positiva de los poderes públicos españoles en
relación con las personas con discapacidad y su bienestar,
la Presidencia española de la Unión debe suponer
un impulso a las actuaciones en esta materia en el ámbito
europeo.
Desde los últimos veinte años del siglo XX las ciudades
europeas han experimentado cambios fundamentales.
De ser territorio del vehículo privado, han evolucionado
hacia modelos basados en el transporte público
y la mejora del espacio urbano para las personas, iniciando
así un camino hacia la sostenibilidad. Concentran
gran parte de la población europea, actualmente en torno
al 74,6 por ciento, previendo un aumento sostenido anual
hasta situarse y estabilizarse en el 82 por ciento de los
ciudadanos europeos. La mitad de esta población reside
en ciudades de entre 1.000 y 50.000 habitantes; una
cuarta parte en ciudades de 50.000 a 250.000 y la cuarta
parte restante en ciudades mayores. Por tanto, las ciudades
europeas se han convertido en los nodos que
configuran una red de relaciones económicas, sociales
y culturales que potencian la integración europea. Es en
esas ciudades donde el reconocimiento de los derechos,
la participación cívica y la prestación de servicios
alcanzan su máximo exponente.
Debido a esta realidad, las ciudades han ido afrontando
diversos retos vinculados a la construcción de la
Europa del bienestar, de la que destacamos el crecimiento
progresivo de la diversidad cultural debido tanto
a la movilidad de los ciudadanos en una Europa ampliada
y en el crecimiento como al fenómeno migratorio; el
envejecimiento demográfico de la población, que se está
acelerando en los últimos años, con una expectativa de
que en el año 2025 la población mayor de 65 años sea
del 30,1 por ciento y del 42,2 en el año 2050; un mayor
respeto y reconocimiento a los derechos ciudadanos,
como ejemplo de ello la adhesión a la Convención sobre
los derechos de las personas con discapacidad de
Naciones Unidas y la posterior ratificación por parte de
los Estados de la Unión Europea, que en las ciudades
está dando un impulso a la integración escolar y laboral,
la accesibilidad del espacio público, los medios de transporte
y de comunicación. El avance en estos ámbitos es
absolutamente imprescindible para los 60 millones de
ciudadanos europeos con discapacidad —el 10 por
Congreso 23 de marzo de 2010.—Núm. 150
16
ciento de la población—, pero también es necesario para
el otro 40 por ciento del total. Una de cada cuatro familias
europeas tienen un miembro con discapacidad y
muchos de nosotros sufrimos limitaciones temporales.
También es un beneficio, como decía, para el cien por
cien de los europeos, que disfrutan de espacios y servicios
mucho más confortables y respetuosos con la diversidad
y mucho más seguros. Como ejemplo, puedo citar
el de una estación de metro que cuando se hace accesible
incrementa el número de sus clientes en un 16 por ciento
porque ofrece mayor comodidad. Además, esta mejora
en las ciudades potencia su atractivo para los turistas.
No debemos olvidar que de los turistas europeos de 2008,
el 33,5 por ciento eran mayores de 65 años. Otros retos
no menos importantes son la urgencia de hacer accesibles
las tecnologías de la información a todos los ciudadanos
y el desarrollo de la gobernanza, los servicios y
la participación electrónica; la imperiosa necesidad de
creación de riqueza y empleo apoyándola en los servicios
y en el turismo; el apoyo tanto de la Unión Europea, con
iniciativas como las directivas y reglamentos que
fomentan la accesibilidad: autobuses, ascensores, usos
de fondos estructurales y su trasposición a la legislación
de los Estados miembros; las propuestas del movimiento
asociativo de creación de la capitalidad europea que
hacen el Cermi y el Foro europeo de la discapacidad,
pero también el liderazgo de algunos países como España
en el que hay que citar la Ley de Igualdad de Oportunidades,
la Liondau de 2003, el Plan Nacional de Accesibilidad
2004-2012, la Ley de autonomía personal y
atención a la dependencia del año 2006; en 2007 el
Gobierno firmó la Convención de Naciones Unidas sobre
los derechos de las personas con discapacidad y en 2008,
como no puede ser de otra manera, se apuesta por la
estrategia global de acción para el empleo de personas
con discapacidad 2008-2012, con la que se aspira a
establecer las bases para un empleo de calidad con una
remuneración digna y suficiente.
Todas estas acciones políticas están haciendo posible
el avance de este colectivo. Sin embargo, señorías, es
necesario un impulso y un apoyo aún mayores si queremos
que nuestras ciudades, pilares de la construcción
y el desarrollo europeo, afronten con éxito estos retos en
los próximos años. Después de la reciente crisis económica
con evidentes consecuencias sociales a la que nos
enfrentamos, es necesario un posicionamiento europeo
decidido y conjunto. La estrategia europea 2020 para un
crecimiento inteligente, sostenible e integrado debe
promover de manera decidida la reducción de las desigualdades
y la discriminación, así como el acceso a los
servicios y a la participación de todas y todos los europeos.
La eficiente aplicación del reglamento sobre el
derecho de las personas con discapacidad o movilidad
reducida en el transporte aéreo ha demostrado que
Europa es capaz de llevar a cabo en poco tiempo cambios
radicales a favor de los derechos de todos los ciudadanos.
Por tanto, es imprescindible potenciar un cambio de esta
naturaleza para que las ciudades aseguren la plena participación,
el respeto a los derechos y el impulso del
crecimiento europeo. Para ello es imprescindible e ineludible
que las ciudades se doten de mecanismos que
basándose en los principios del diseño para todos les
permita alcanzar en un corto e inaplazable periodo de
tiempo la accesibilidad universal de todos sus espacios
y servicios.
Estos mecanismos deben sustentarse en la planificación
de actuaciones sostenidas basadas en las buenas
prácticas llevadas a cabo en muchas ciudades. A pesar
de que las personas mayores o con discapacidad deben
seguir siendo y ocupando un lugar central, debemos
asegurar la implicación de todos los ciudadanos para que
integren en su sistema de valores la mejora de la accesibilidad
como un beneficio propio. De la misma manera,
la percepción por parte de la iniciativa privada de que el
crecimiento económico está intensamente ligado a la
responsabilidad social corporativa debe permitir mayores
cotas de colaboración público-privada en la consecución
de este objetivo. Por tanto, el establecimiento de la capitalidad
europea de la accesibilidad universal servirá para
afrontar la cultura de la accesibilidad universal en toda
Europa y se inscribirá en el objetivo de que en 2020
Europa esté libre de barreras para las personas con discapacidad
en el empleo, la cultura, la educación, el
transporte y las tecnologías de la comunicación.
Al igual que sucede con la capital europea de la cultura,
esta iniciativa consistiría en que cada año una o dos
ciudades europeas aspirasen a ser declaradas capital
universal de la accesibilidad y que hubiera competencia
para obtener esa distinción. Las ciudades aspirantes
deberían presentar una trayectoria de accesibilidad y
comprometerse durante la capitalidad a un programa de
actuaciones y actividades de promoción de la accesibilidad
universal. Por todo ello, señorías, se insta al
Gobierno exclusivamente a impulsar durante el periodo
de la Presidencia española de la Unión Europea la creación
de la capitalidad europea de la accesibilidad.
Muchas gracias, señora presidenta, señoras y señores
diputados. (Aplausos.)
La señora VICEPRESIDENTA (Cunillera i Mestres):
Muchas gracias, señor Muñoz.

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