Hoy, 12 de octubre, y atendiendo a una invitación oficial de S.M. el Rey, y del Presidente del Gobierno, he asistido junto con mi esposa al desfile de las Fuerzas Armadas con motivo de la Fiesta Nacional 2008.
He de decir que ha sido el segundo desfile al que asisto en toda mi vida, el primero fue cuando estaba haciendo el servicio militar en Barcelona. En aquella ocasión fue en la Avda. Diagonal. Lógicamente aquel desfile se celebraba en los últimos años de la dictadura y por tanto para mi no tenía la misma importancia que el de este año. Esta mañana, aunque existía la posibilidad de de que los actos se deslucieran por la lluvia, hemos podido ver a la familia Real encabezados por los Reyes de España, y al Presidente del Gobierno con su gabinete ministerial.
He tenido dos momentos de impacto, uno de ellos, la revista que ha pasado a las fuerzas que rendían honores la Ministra de Defensa Carme Chacón, primera ministra de Defensa de un Gobierno de España. Esta es una visualización de la normalidad democrática de nuestro país. El otro ha sido si cabe más trascendente ya que en la tribuna del Poder Legislativo se ha producido un hecho que por su forma no tendría ninguna importancia, la coincidencia en la tribuna de tres generaciones bien diferentes, y de trayectorias bien distintas. En la misma fila hemos visto el desfile, una diputada socialista muy joven, Meritxell Cabezón, la hija de un combatiente en la guerra civil, mi mujer Humildad Sánchez, el nieto de un asesinado en los primeros meses del levantamiento militar contra la II República Española el 12 de Septiembre de 1936 en Sevilla, mi abuelo, y por ultimo el actual Senador por Galicia Manuel Fraga. He tratado de recoger este momento en la fotografía que ilustra este escrito.
¡Cuan grande es la democracia! Hemos hecho posible una transición modélica. Gracias a ella, hemos podido comprender como la democracia nos hace iguales. Seguiremos trabajando por la justicia, por la paz, y la concordia, pero la Memoria Histórica no se debe perder, antes al contrario, preservémosla para no repetir los mismos errores.
VIVA LA DEMOCRACIA.
He de decir que ha sido el segundo desfile al que asisto en toda mi vida, el primero fue cuando estaba haciendo el servicio militar en Barcelona. En aquella ocasión fue en la Avda. Diagonal. Lógicamente aquel desfile se celebraba en los últimos años de la dictadura y por tanto para mi no tenía la misma importancia que el de este año. Esta mañana, aunque existía la posibilidad de de que los actos se deslucieran por la lluvia, hemos podido ver a la familia Real encabezados por los Reyes de España, y al Presidente del Gobierno con su gabinete ministerial.
He tenido dos momentos de impacto, uno de ellos, la revista que ha pasado a las fuerzas que rendían honores la Ministra de Defensa Carme Chacón, primera ministra de Defensa de un Gobierno de España. Esta es una visualización de la normalidad democrática de nuestro país. El otro ha sido si cabe más trascendente ya que en la tribuna del Poder Legislativo se ha producido un hecho que por su forma no tendría ninguna importancia, la coincidencia en la tribuna de tres generaciones bien diferentes, y de trayectorias bien distintas. En la misma fila hemos visto el desfile, una diputada socialista muy joven, Meritxell Cabezón, la hija de un combatiente en la guerra civil, mi mujer Humildad Sánchez, el nieto de un asesinado en los primeros meses del levantamiento militar contra la II República Española el 12 de Septiembre de 1936 en Sevilla, mi abuelo, y por ultimo el actual Senador por Galicia Manuel Fraga. He tratado de recoger este momento en la fotografía que ilustra este escrito.
¡Cuan grande es la democracia! Hemos hecho posible una transición modélica. Gracias a ella, hemos podido comprender como la democracia nos hace iguales. Seguiremos trabajando por la justicia, por la paz, y la concordia, pero la Memoria Histórica no se debe perder, antes al contrario, preservémosla para no repetir los mismos errores.
VIVA LA DEMOCRACIA.
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